- Juega a juegos de estrategia: ejercitar la mente es fundamental para retrasar la pérdida de memoria y mejorar nuestras capacidades cognitivas en general. Hacer crucigramas, rompecabezas y sudokus o leer habitualmente, son actividades que te ayudarán a mantener tu capacidad de concentración y memoria activa.
- Protege tu corazón: no fumes, camina para mantener la presión arterial, el colesterol y el azúcar en sangre dentro de los límites recomendados y mantén un peso saludable. La salud cardiovascular es importante para que los nutrientes y el oxígeno lleguen al cerebro.
- Practica ejercicio físico regularmente: este puede tener un efecto beneficioso directamente en las células cerebrales al aumentar el riego sanguíneo y el flujo de oxígeno al cerebro.
- Dieta: la alimentación influye en la salud cerebral a través de su efecto en la salud cardíaca. Estudios recientes sugieren que unos patrones alimenticios saludables, como la dieta mediterránea, contribuyen a la protección del cerebro.
La dieta mediterránea aporta una cantidad relativamente pequeña de carne roja y promueve los cereales integrales, las frutas y las verduras, verduras, el pescado y el marisco, el aceite de oliva y otras grasas saludables.