Colonoscopia: ¿conoces el proceso?
La colonoscopia es una exploración en la que se visualiza el interior del colón. Se utiliza para detectar cambios o anomalías en el intestino grueso. Permite la extracción de biopsias y la realización de una endoscopia terapéutica en caso de que fuese necesario.
Para realizarla se inserta un tubo largo y flexible en el recto. En la punta del tubo se encuentra una cámara que permite al médico ver el interior de todo el colon.
La colonoscopia a pesar de ser un proceso relativamente sencillo tiene su parte incómoda ya que el tubo es introducido en el ano, en la mayoría de los casos, o por aberturas en la pared abdominal.
Requiere de la insuflación de gas para desplegar las paredes del intestino y permitir de esa manera una mejor observación. Es por esa razón por la que la mayoría de las colonoscopias se realicen bajo sedación. La exploración suele durar entre 20 y 30 minutos.
¿Por qué se realiza una colonoscopia?
Los motivos por los que se realiza una colonoscopia son muy amplios, muy variados y siempre te recomendamos que cuentes con la opinión de un especialista. Pero en términos generales los 3 motivos principales son:
– Para investigar los signos y síntomas intestinales como, por ejemplo: dolor abdominal, sangrado rectal, estreñimiento crónico, diarrea crónica u otros problemas intestinales.
– Para la detección del cáncer de colon.
– Para buscar más pólipos. En caso de haber tenido pólipos antes, el médico puede recomendarte una colonoscopia para buscar y extraer pólipos adicionales
Síntomas del cáncer de colon
Como ya se ha mencionado, la colonoscopia es una técnica muy eficaz para prevenir y/o detectar el cáncer de colon. Algunos de los síntomas son los siguientes:
- Sangrado en las heces
- Cambios en el ritmo intestinal
- Dolor o molestias abdominales
- Pérdida de peso sin causa aparente
- Pérdida de apetito y cansancio constante
Ante cualquier anomalía debes acudir a tu médico y él decidirá si realizarte una colonoscopia o no.
Preparación para la colonoscopia
La preparación previa a la colonoscopia es muy importante para que los técnicos que realizan la prueba puedan realizarla sin ningún problema.
Lo primero que se debe de tener en cuenta es limpiar (vaciar) el colon. Para ello la preparación incluye la toma de un medicamento laxante durante las horas previas a la prueba.
Cualquier residuo que quede en el colon puede dificultar su visualización durante el examen.
El día anterior a la colonoscopia tendrás que seguir una dieta especial. No podrás comer alimentos sólidos y las bebidas se limitarán a líquidos transparentes como agua, té y café sin leche ni crema, caldo y bebidas carbonatadas. Es aconsejable evitar tomar líquidos rojos ya que durante la prueba los técnicos pueden confundirse con sangre.
Para obtener mejores resultados en la colonoscopia puedes incluir en tu preparación una dieta baja en fibra 3 o 4 días antes de la prueba.
En algunos casos, es posible que debas usar un kit para enema la noche anterior para vaciar el colon. Esto solo es efectivo cuando la parte inferior del colon está vacía. Pero en ningún caso es recomendable como la forma principal de vaciar el colon.
En cuanto a la medicación que algunos pacientes toman surge la duda de si dejar de tomarlos o no, y si es así, cuándo. Todo dependerá del medicamento en cuestión y de las indicaciones del médico.
Recuérdale a tu médico los fármacos que tomas al menos una semana antes de la colonoscopia, en especial si tienes diabetes, problemas cardíacos o presión arterial o si tomas alguna medicación o suplementos que contienen hierro.
Probablemente debas ajustar las dosis o dejar de tomar los fármacos temporalmente, pero será tu médico quien te dará las indicaciones adecuadas para el momento.
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