El krill son unos minúsculos crustáceos parecidos a los camarones. Habitan en el Océano Antártico y son una fuente natural de ácidos grasos no saturados, Omega-3, EPA, DHA, así como de antioxidantes solubles en lípidos.
Es particularmente relevante su contenido de astaxantina, una sustancia con alto poder antioxidante.